Guadalmina Baja, Marbella
Nos gusta entender la arquitectura como algo vivo, capaz de mutar y transformarse, de crecer y reorganizarse para las diferentes épocas que esté al servicio de la sociedad.
Nos encontramos con una villa de los años setenta que goza de un hermoso jardín y está rematada en su extremo este con una pequeña edificación destinada a garaje. Ante la necesidad de ampliar la vivienda existente planteamos transformar dicho garaje y consolidar el jardín.
Desarrollamos dos pabellones para invitados diáfanos e independientes que se articulan en torno a un núcleo central que aloja los distintos servicios. Cada pabellón se abre y captura diferentes fragmentos del delicioso jardín, como si se tratase de una suerte de panóptico de la naturaleza.
Constructivamente se asume la edificación existente, ampliamos con estructura metálica de tubo estructural y se unifican los dos cuerpos con sistema de aislamiento térmico exterior. El nuevo volumen encaramado al antiguo garaje se envuelve en su totalidad mediante un revestimiento aislante continuo, SATE. Se realiza una cubierta termo-reflectante en continuidad con la fachada que permite reflejar la mayor parte de las radiaciones solares que recibe, (>70%), al tiempo que presenta una alta emitancia térmica (>75%).
También construimos una pérgola de acero vinculada al jardín que permite el paso vibrante de la luz y proporciona una generosa sombra para el desarrollo de diferentes actividades.
We like to see architecture as a living organism, capable of mutating and transforming itself, of growing and reorganizing itself in order to match the different periods of time when it functions in the service of society.
Our project starts with an existing villa from the 1970s that enjoys a beautiful private garden around it and is provided on the east end with a small building used as a garage. Given the need to extend the existing home, we propose to transform the garage and adjust the garden accordingly.
We have designed two independent open-space pavilions for guests that are organized around a central core housing different services. Each pavilion opens to capture different parts of the delightful garden, as if we had created a sort of panopticon of nature.
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Constructively, the extension is connected to the existing building by means of a metallic structure and the two bodies are unified with an outer thermal insulation system. The new volume built on top of the old garage is completely covered in a continuous insulating layer called S.A.T.E. A thermo-reflective roof is built in continuity with the façade, allowing for the reflection of most of the solar radiation that it receives, (> 70%), while having a high thermal emittance (> 75%).
We have also built a steel pergola in the garden that allows for a vibrant passage of light and provides a generous amount of shade for carrying out different activities.